¿Sabías que, en promedio, el cerebro de un adulto pesa alrededor de 3 libras o alrededor del 2 por ciento de nuestro peso corporal?
El cerebro también está a cargo de todas las funciones corporales, incluida la regulación de las hormonas, la respiración, el control muscular, los latidos del corazón, el pensamiento crítico, las emociones y el ritmo circadiano.
Teniendo en cuenta las numerosas actividades que gestiona, el cerebro es el que más energía necesita del cuerpo. Según estimaciones, el cerebro consume hasta el 20 por ciento de la ingesta calórica del cuerpo.
Y, esta cantidad varía y está condicionada por factores como el sexo, la edad y el peso.
Además, debemos asegurarnos de que estamos haciendo las cosas correctas para optimizar la salud del cerebro. Desafortunadamente, algunos hábitos y prácticas que hacemos a diario sin saberlo están funcionando en contra de nuestro cerebro.
A continuación, consulte 10 de estos hábitos y haga todo lo posible por dejar de hacerlos o reducirlos para mejorar su función cerebral.
1- Saltarse el desayuno.
Sin duda, el desayuno es la comida más importante del día y cuando no lo tomas, no solo te sientes perezoso, sino que tu cerebro no ha recibido la energía que necesita para funcionar correctamente. Cuando hay una falta de nutrientes, la tasa metabólica se ralentiza y el cerebro apaga algunas funciones cruciales. Además, en un estudio japonés, se concluyó que las personas que se saltaban el desayuno tenían un 36 % más de riesgo de sufrir una hemorragia cerebral que las que no lo hacían.
2- Aburrimiento.
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para pensar de diferentes maneras, formar nuevas conexiones y retener recuerdos. Sin embargo, cuando falta estimulación intelectual, el cerebro, al igual que otros órganos, se atrofia. Por eso es importante estimularse mentalmente de forma regular, ya sea con el trabajo, la lectura, la pintura, el ejercicio, etc.
3- Trabajar cuando estás enfermo.
Cuando tiene una enfermedad, es importante nutrir su cuerpo y descansar lo necesario. Esto se debe a que su inmunidad ya está funcionando al 100 por ciento para combatir la enfermedad. Si no descansa, su riesgo de prolongar la enfermedad es mayor. Además, elevará la vulnerabilidad a las enfermedades y pondrá al cerebro en riesgo de un mal funcionamiento.
4- Mantienes tu teléfono a tu lado cuando duermes.
Dormir con el teléfono cerca de ti puede afectar la calidad de tu sueño. Esto se debe a que los campos electromagnéticos liberan radiación y la exposición a la radiación durante períodos prolongados puede dañar nuestra salud. En un estudio sueco, se descubrió que la radiación de los teléfonos móviles provocaba confusión y dolores de cabeza. Además, un estudio diferente encontró un vínculo entre el cáncer y la radiación del teléfono, así como los tumores cerebrales. Por lo tanto, asegúrese de reducir el uso del teléfono y, siempre que pueda, aléjelo de usted. Cuando duermas, déjalo a un lado, no a tu lado.
5- Falta de comunicación.
Cuando nos comunicamos oralmente, usamos diferentes partes del cerebro que las que usamos cuando nos comunicamos por escrito. Dicho esto, cuando no logramos comunicarnos oralmente con otras personas, esta parte del cerebro no se ejercita adecuadamente. Además, como somos seres sociales, estamos diseñados para comunicarnos entre nosotros. Por lo tanto, el aislamiento y la interacción social deficiente pueden provocar ansiedad y depresión, problemas graves de salud mental.
5- Comer en exceso.
Además de causar aumento de peso, comer en exceso, especialmente alimentos poco saludables, puede reducir el suministro de nutrientes al cerebro. El cerebro necesita nutrientes específicos para funcionar de manera óptima. Dicho esto, asegúrate de seguir una dieta equilibrada rica en alimentos saludables.
6- Mala calidad del sueño.
Además de seguir una dieta saludable, también necesita dormir regularmente para tener un cerebro sano. Durante el sueño, el cerebro sigue activo y realiza actividades específicas que son cruciales para nuestra salud. Una actividad es el almacenamiento de memoria a largo plazo y la eliminación de toxinas y desechos. Pero, si uno no duerme regularmente, estos procesos no pueden llevarse a cabo y, por lo tanto, su memoria disminuye y sus posibilidades de enfermedades neurodegenerativas aumentan debido al exceso de placa y desechos.
7- Fumar.
Los cigarrillos están llenos de toxinas y muchas de ellas tienen un impacto negativo en el cerebro. Según una investigación de 2004, fumar daña partes del cerebro que regulan las funciones motoras, el equilibrio y la coordinación. Dicho esto, si usted es fumador, haga todo lo posible por dejarlo, nunca es demasiado tarde. Nuestros cuerpos son resistentes y el daño causado por fumar se reparará rápidamente.
8- Dormir con la cabeza cubierta.
Muchas personas tienen la costumbre de cubrirse la cabeza cuando duermen. Sin embargo, aunque puede sentirse bien, es malo para usted. Es decir, reducirá la ingesta de oxígeno por la noche y lo pondrá en un mayor riesgo de inhalar el exceso de dióxido de carbono.
9- Aire contaminado.
Para que el cerebro optimice su función, necesita obtener la cantidad necesaria de oxígeno. Sin embargo, muchas personas viven en áreas con aire altamente contaminado, por lo que esto suele ser imposible. Dicho esto, siempre que sea posible, diríjase a la naturaleza o a lugares con mejor calidad del aire para mejorar su función cerebral. Cuando inhalas constantemente aire contaminado, el suministro de oxígeno disminuye y el cerebro no puede funcionar como debería.
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