A la mayoría de la gente le encanta ducharse, pero a muy pocos les encanta darse una ducha fría. Sin embargo, la práctica de tomar duchas frías sigue siendo tradicional en muchas naciones. Se ha demostrado que las duchas frías o alternar entre agua tibia y fría tienen grandes beneficios para la salud. Aquí aprenderá 3 beneficios sorprendentes de tomar duchas frías y cómo comenzar a hacerlo.
1- Circulación y sistema linfático mejorados:
Las duchas frías o alternar la temperatura de la ducha entre caliente y fría tienen un poderoso efecto sobre la circulación. Cuando te expones a temperaturas frías, tu cuerpo contrae el suministro de sangre. Cuando se exponen al calor, los vasos se dilatan y expanden. Cambiar estas temperaturas y usar agua fría mejora dramáticamente el tono de las paredes de los vasos sanguíneos. Esto le da al cuerpo una mayor adaptabilidad para llevar la sangre a las áreas que se necesitan.
Esto también mejora dramáticamente el flujo linfático. El sistema linfático se lleva los productos de desecho de la actividad relacionada con el sistema inmunitario. El flujo linfático depende de la contracción muscular para moverse a través del sistema. Si el flujo linfático es lento o está estancado, provoca acumulación y linfedema en las extremidades inferiores.
Las duchas frías provocan contracciones en todo el cuerpo que exprimen el flujo linfático a través del sistema más rápido. Esto ayuda al cuerpo a exprimir los productos de desecho metabólicos y las toxinas ambientales de la piel. Esto te ayuda a sentirte más fresco y la piel y el cabello se ven más limpios y jóvenes.
Las investigaciones han indicado que tomar duchas frías libera endorfinas y mejora la circulación en todo el cuerpo, incluido el cerebro. El efecto neto de esto es que se ha demostrado que las duchas frías ayudan a las personas que sufren de depresión, insomnio, ansiedad y letargo mental. También abre los pulmones y mejora la respiración y la ingesta y utilización de oxígeno del cuerpo.
2- Las duchas frías aumentan la inmunidad:
Las duchas frías también estimulan el sistema inmunológico al activar dos importantes citocinas que combaten los virus. Un estudio alemán indicó que el interferón gamma y la interleucina-4 están elevados y funcionan de manera más sinérgica después de que el cuerpo estuvo expuesto al frío. Se ha demostrado que las personas que toman duchas frías con regularidad tienen menos posibilidades de desarrollar cáncer, resfriados, gripe, hemorroides y venas varicosas.
Tomar duchas frías regularmente también ayuda a que tu cuerpo se adapte mejor a las temperaturas extremas. Los cambios climáticos repentinos son una de las tensiones ambientales más desafiantes con las que tenemos que lidiar regularmente. Esta es la razón por la que tantas personas contraen resfriados y gripes cuando baja la temperatura. Las personas que toman duchas frías son más adaptables y su cuerpo responde a este estrés de manera más efectiva.
3- Las duchas frías estimulan el metabolismo:
También se ha demostrado que las duchas frías mejoran el metabolismo y la quema de grasa. Hay células de grasa blanca y células de grasa marrón. La grasa parda contiene más mitocondrias que la grasa blanca y quema más energía para producir calor. Las personas que viven en climas más fríos y/o usan duchas frías producen más grasa parda para una mayor producción de calor corporal. La grasa parda ayuda a protegernos del envejecimiento, combate la obesidad y reduce el riesgo de enfermedades degenerativas.
La mejor estrategia para comenzar a usar la terapia de ducha fría es comenzar con una ducha tibia y cómoda y luego bajar la temperatura hacia el final de la ducha. Si hace esto constantemente, con el tiempo su cuerpo se adaptará y se volverá más tolerante con el cambio de temperatura y cosechará los beneficios para la salud.
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